¡UN NUEVO MUNDO EN EL AMAZONAS!
La primera exploración submarina en el Amazonas fue todo un éxito. En esta nota te contamos la experiencia y te mostramos las primeras fotos de este tesoro escondido en el Amazonas.
“Me siento como alguien que está volviendo de otro planeta”, dijo el Profesor Ronaldo Francini, de la Universidad Federal de Paraíba, luego de subir a la superficie y sin poder ocultar su emoción. Fue el primer científico que se sumergió con un submarino para ver el arrecife del Amazonas. Lo acompañó el piloto y Director de la campaña de Océanos de Greenpeace Estados Unidos, John Hocevar.
El 27 de enero a la 1:15 pm, subieron con las primeras imágenes de un mundo nuevo. Un mundo que nos recuerda, una vez más, que la naturaleza es poderosa y sabia. Y que es capaz de generar vida incluso en donde jamás nos lo hubiéramos imaginado. Porque nadie esperaba encontrar un arrecife de coral en la boca del Amazonas, no estaban dadas las condiciones físicas para que esto sucediera. Pero ocurrió, allí está y merece protección.
Fueron casi dos horas de exploración: el arrecife de coral está a 100 kilómetros de la costa brasileña y a 220 metros de profundidad. Está formado por esponjas, corales y rodolitos (un tipo de alga). “El ecosistema es muy variado y en la mayor parte del arrecife hay mucha vida”, dijo Ronaldo.
En la primera expedición en 2014, los investigadores utilizaron redes para recolectar algunos especímenes. Ahora, observaron por primera vez este nuevo ecosistema debajo del agua. Gracias a esta nueva exploración pudieron comprender mucho más el arrecife que ya está en peligro. Las compañías petroleras quieren buscar petróleo en la boca del Amazonas y esto podría poner en riesgo no solo al arrecife sino también a todas las especies de la región.
A medida que Ronaldo y John explicaban lo que habían visto debajo del agua, la sonrisa y la alegría se iban apoderando de sus rostros. Mientras ellos se encontraban sumergidos, la tripulación del barco Esperanza y el capitán les daban las coordenadas para que pudieran encontrar el arrecife. De a poco comenzaron a aparecer los rodolitos y las esponjas. Justo en ese momento el submarino se topó con una pared: una estructura enorme de carbonato de calcio. Y eso era justo lo que estaban buscando. Subieron un poco, hasta los 180 metros de profundidad para ver todo el ecosistema desde arriba. Entre los peces avistados, encontraron atunes y pargos rojos. El pargo rojo es una especie muy importante para la economía de Amapá, que depende principalmente de la pesca. Esta especie está en peligro de extinción y utiliza los arrecifes como una guardería. Además había peces herbívoros, un indicio de la presencia de algas incluso en donde la luz del sol casi no llega. Lo más llamativo para Ronaldo fue encontrar peces mariposa y cree que se trata de un nuevo tipo de esta especie ya que los peces mariposa en general habitan en zonas más profundas.
TOMADO DE WWW.GREENPEACE.ORG
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